La boquilla es una de las partes más importantes en un instrumento de viento. A través de esta pieza, el músico es capaz de generar sonido por sus métodos humanos. Las boquillas usan vibración para generar sonidos; generalmente mediante el uso de cañas de bambú u otra madera muy fina y flexible (los instrumentos más representativos de este tipo de boquilla son: saxo, clarinete, oboe, basson, etc.), también, el objeto que vibre, pueden ser los labios del mismo músico (el emblema de este tipo de boquilla es la trompeta).
En la trompeta la boquilla es lo más importante. Aquí lo que vibran a diferencia de otros instrumentos son los labios, estas vibraciones suenan, la boquilla contiene esas vibraciones y luego pasa por el resto del instrumento que lo amplifica y le da la serie armónica. Es decir que el trompetista es como un cantante solo que hacen vibrar los labios en lugar de las cuerdas vocales. La respiración de un trompetista es igual a la de un cantante. Por eso necesitan entrenamiento particular con la respiración. El resto de la trompeta es un caño cilíndrico y no cónico y recién se abre hacia el final, eso es lo que le da ese sonido brillante y estridente.
Existen distintos tipos de boquillas: pueden ser de distintos tipos de madera o de distintos tipos de metal.
Cada trompetista necesita una boquilla de tamaño diferente dependiendo del grosor de los labios aunque se pueden acostumbrar a cualquier tamaño de boquilla. Aun así, existen boquillas para conseguir mejores agudos o mejores grabes.